Elysia chlorotica es una especie de molusco opistobranquio de la familia Placobranchidae que habita el litoral norteamericano, extendiéndose desde las costas de Nueva Escocia hasta el sur de Florida. Fue descrita por Augustus Addison Gould en 1870.
Se hizo conocido por ser el primer animal en el que se demostró la capacidad de realizar fotosintesis.
Te preguntarás entonces... ¿Pero, no son las plantas las que hacen fotosíntesis?
Te preguntarás entonces... ¿Pero, no son las plantas las que hacen fotosíntesis?
Pues bien, al parecer NO! Lo que la naturaleza nos venía diciendo es que las plantas fabrican su alimento y los animales no, los animales necesitan digerir alimentos, no cuentan con Cloroplastos y mucho menos con Clorofila... entonces: ¿De dónde salen los animales fotosintéticos? y he aquí la clave: la SIMBIOSIS.
Para acomodarnos ordenadamente en este proceso llamado Simbiosis es necesario mencionar antes que los auténticos "inventores" de la fotosíntesis fueron las cianobacterias. De hecho, los cloroplastos que hay en el interior de las plantas, eran hace mucho tiempo cianobacterias que andaban por el medio (con fragmentos de su propio ADN) y hacían fotosíntesis para alimentase. En algún momento, una célula mayor no fotosintética los incorporó sin poder degradarlos y estableció una simbiosis permanente que originó un nuevo tipo de célula (a eso llamamos simbiogénesis). Años de evolución nos dieron a nuestros organismos fotosintetizadores por excelencia: las plantas...
Y retomamos, ¿De dónde salen los animales fotosintéticos?, y ponemos de ejemplo a nuestro molusco: Un ejemplar joven de E. chlorotica puede comer algas
por primera vez, extraer sus cloroplastos, integrarlos enteros a sus tejidos y vivir el
resto de su vida (unos nueve meses) sin comer nada más, únicamente tomando el Sol.
Lo más desconcertante es que los cloroplastos de las algas que come el molusco, por sí
solos, no son capaces de regenerar la clorofila que necesitan para seguir funcionando. De
hecho, los genes necesarios para producir la clorofila se encuentran en el núcleo de la
célula del alga. ¿Cómo consigue este molusco mantener funcionales los cloroplastos
que ha adquirido? ¿De dónde saca la clorofila?
La clave es la transferencia horizontal de genes. Parece que algún antepasado de esta
babosa no sólo robó los cloroplastos del alga que comía, sino que también adquirió los
genes que permiten al alga producir clorofila. Es decir, el molusco incorporó a su genoma
nuevos genes procedentes de otro organismo, y eso le proporcionó la capacidad de
mantener activos los cloroplastos que adquiría en su primera comida.
¡Elysia chlorotica todo un ejemplo de Evolución!
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