Muchas veces nos encontramos con preguntas ambiguas como ¿Qué es la vida?
o con algo mucho más complejo ¿Cuándo sabemos que hay vida? Es decir, cuando
determinamos que algo está vivo o no. Y
es aquí donde el Hombre toma la palabra, y en su necesidad imperiosa de
clasificar, ordenar, conocer y construir conocimiento es que establece parámetros,
condiciones para decir si algo está vivo o no.
Reconociéndose a sí mismo como un ser racional, de lenguaje gráfico,
descriptivo, escrito que han trascendido las múltiples culturas, “decide” en
primer lugar, qué denota el término Vida, y en qué condiciones se gesta. Científicamente
hablando, las fuentes la definen como la capacidad de administrar los recursos
internos de un ser físico de forma adaptada a su medio. Muy explícita y
concreta para esta gran palabra. Pero quiero hondar mas en los aspectos
internos, ideológicos que llevan al Hombre a tomar decisiones tan drásticas.
Desde tiempos antiguos el hombre necesito conocer y explorar el mundo,
observando, clasificando todo a su paso. Cada vez que un organismo rompía con
las reglas consideradas como normales y se demostraba que era capaz de
sobrevivir en condiciones diferentes u hostiles, la definición de Vida cambiaba.
¿O no fue un hallazgo encontrar bacterias capaces de vivir en azufre, o en
medios ácidos, a altas temperaturas, y aún así se alimentaban, se reproducían y
dejaban descendencia?
Cito a un conocido filósofo, Aristóteles para ver de un modo diferente
que pasa cuando un hombre está frente a casos que exigen su atención y determinación,
él dice que: “cara a cara con la naturaleza y consigo mismo, el hombre
reflexiona y se esfuerza por descubrir cómo es el mundo, y qué es él mismo”.
Por ello no debemos de asombrarnos si ante lo desconocido, el hombre analiza
con herramientas conocidas. Un análisis profundo es el que impulsa nuevas ideas
y contemplaciones. La naturaleza humana es así, cuesta desprenderse de lo
conocido, tal vez por incertidumbre, por no equivocarse sin darse cuenta el
valor de lo “nuevo”. La Vida está tan desglosada en partes que intentar tener
una definición, una medida para catalogarla nos resulta caótico. No hay una
sola definición, no hay pocos ejemplos para restringirla, no se puede ver,
tocar porque no es física, la Vida es una condición de los seres que logran
poseerla.
Será del hombre el don de determinar la Vida, o la vida da al Hombre la
oportunidad de determinarla. Cuantas veces esta palabra paso por nuestras bocas
sin tener en cuenta lo que significa decirla. ¿Seremos nosotros capaces de
afrontar el reto de nombrarla, delimitarla, considerar cuando está, cuando no?
¿Crearla? Me pregunto varias cosas…
·
Y si un día encontráramos vida en otros planetas,
supongamos una civilización avanzada como la nuestra pero gestada en su propia
naturaleza, acuñando también racionalidad… ¿Seriamos nosotros o ellos quien
decida cuál de las dos está vivo? Podría suceder que ellos consideren
condiciones de vida como indispensables y que no nosotros podemos no tenerlas…
·
¿Por qué imaginamos seres extraterrestres con rasgos
humanoides? En un profundo homocentrismo ¿no podemos imaginar otro tipo de vida
independiente de la nuestra? Los hacemos parecidos a pesar de que pueden existir y ser diferentes... y aún así estar vivos.
Creo la cuestión es tan grande, la palabra significa tanto que no voy a buscar
un significado… recaería en condiciones meramente biológicas y no quiero
retringirme ahí sino imaginar en la posibilidad que seguir encontrando
organismos tan fascinantes que nos veremos obligados a cambiar la definición de
Vida nuevamente, así como la concepción de la misma actualmente… no nos
olvidemos que en nuestra sociedad de control la Vida es Información, códigos…
Nos leemos... ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario